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jueves, 23 de noviembre de 2006

La Tendencia Actualizante: La Sabiduría Implicita...


LA TENDENCIA ACTUALIZANTE:
La sabiduría Implicita y el Poder de un Proceso Auto-Propulsado.

Por Gonzalo Silva.
2006.





(Es infinitamente más bello dejarse engañar diez veces
que perder una vez la fe en la Humanidad, Heinz Zschokke).



Comentarios Iniciales:

Hasta hace un tiempo, creía fervientemente en que la Fe y el romanticismo asociados a ciertos momentos mágicos de la vida, eran sólo ficciones conceptuales, una especie de premio de consuelo a cambio de vivir el sufrimiento permanente implícito en mí propia existencia, lo que me transformaba en un Ser Humano alejado de lo Humano. Entonces conocí a Edgardo Riveros Aedo, Director del Instituto de Focusing de Chile y, a juicio personal, la voz Latinoamericana del Focusing como actitud psicoterapéutica, lo que me permitió iniciar un interminable recorrido por los vastos territorios de mi propio mundo implícito, llevándome a descubrir que detrás de esa enorme tristeza que teñía a momentos mi vida, se escondía una persona llena de ganas de vivir, de crear y de hacer de su alma el mejor aliado al momento de brindarle al Otro una escucha empática, auténtica y no-enjuiciadora.

Hoy, considero que la vida tiene muchos más colores, un amplio espectro de experiencias a mi favor, aunque ello signifique sufrir en ocasiones; me doy cuenta que cuando acompaño a una persona utilizando el Focusing como vehículo, siento una profunda conexión universal con los Maestros y Maestras del Humanismo Experiencial, unidos todos por la Luz de Vela que enciendo para guiarme en mi propia oscuridad y así estar presto a acoger y compartir el dolor del Otro. Me repito desde mis vísceras a cada momento: “Gonzalo, ¡todos pueden lograrlo!, todos pueden encontrar una salida a sus problemas, a aprender a convivir con ellos de manera amistosa, sólo debes continuar teniendo Fe en el Proceso”.

El presente artículo constituye una breve sistematización de mi experiencia Clínica y el Focusing, un recorrido experiencial desde Carl Rogers a Ann Weiser Cornell, la humilde expresión de cómo entiendo las cosas ligadas al Ser Humano y la Psicoterapia… un regalo para todos(as) quienes transforman el sufrimiento en oportunidad.

I. La Tendencia Actualizante de Carl Rogers.

Una de las principales Nociones Claves planteadas por Carl Rogers en la Psicoterapia Centrada en el Cliente y un aspecto fundamental en esta concepción de la Psicología, lo es la noción de Tendencia Actualizante (más adelante T.A.), la cual fue definida como:

…”la capacidad, latente o manifiesta, de comprenderse a sí mismo y de resolver sus problemas de modo suficiente para lograr la satisfacción y la eficacia necesaria a un funcionamiento adecuado
[1]”.

Complementa además que:

“El ejercicio de esta capacidad requiere un contexto de relaciones humanas positivas, favorables a la conservación y a la valoración del Yo; es decir, requiere de relaciones carentes de amenaza o de desafío a la concepción que el sujeto se hace de sí mismo” (Rogers, Carl & Kinget, Marian, 1967).

Se entiende entonces que esta capacidad inherente a la naturaleza de la persona, no se manifiesta de forma espontánea en la realidad conductual y afectiva, pues requiere de un contexto libre de amenaza (o sea, de relaciones humanas de aceptación positiva incondicional) para activarse y dirigir al Yo hacia el desarrollo de sus propias potencialidades, con el propósito de lograr la conservación y su propio enriquecimiento, teniendo en cuenta las limitaciones y oportunidades que nos otorga el ambiente. En este sentido, será el propio organismo el encargado de alcanzar (o al menos tender a) lo que sienta como re-valorizador o enriquecedor, aunque ello no responda necesariamente a los consensos establecidos en nuestra vida en sociedad, sino más bien a la interacción que es propia y única del sujeto con su contexto. De acuerdo a lo señalado por Rogers y Kinget (1967) “No se trata de una comprensión completa y absolutamente correcta, sino de un grado de comprensión imperfecto, pero suficiente en cada paso del proceso de adaptación y de integración que es la existencia humana”, es decir, la T.A. será para cada quien, lo que cada quien necesite y vivencie en la interacción con la Otredad como re-valorizador, rescatando el carácter fenomenológico de la experiencia y su concreción en los espacios interpersonales de significado. Al respecto, podría citarse una experiencia sucedida hace algún tiempo en Consulta Clínica durante un Focusing
[2], lo que ilustra la autenticidad de los procesos internos (donde P: persona[3] y F: Focuser):

P: “Es como si aún existiera una sensación en mi cuerpo que me dice que el rompecabezas esta inconcluso”
F: “Entonces a pesar de haber puesto algunas piezas, aún sientes que algo falta”
P: “Sí, como que todavía no estoy tranquila con esto”
F: “Y mientras te das cuenta de esto emerge una sensación de intranquilidad”
P: “Sí, como algo agitado”
F: “Como que algo agitado necesitase ser atendido en estos momentos”
P: “Si, es como si quisiera decirme un mensaje”
________________
*La persona se toma unos minutos con esa sensación intentando descifrar el mensaje.
P: “Respetar mi propio ritmo en esto… eso es… mi ritmo en mi vida”
F: “¡¡Ese es el mensaje, respetar tu propio ritmo, tu propio proceso!!”
P: “Si, con independencia de los demás, no importa que a los demás no les guste mi rompecabezas, es mío y me representa”
F: “Es tu rompecabezas y te representa, es importante para ti”
P: “Esa era la pieza que faltaba, el respetar mi propio andar en esto que me pasa, ahora entiendo muchas cosas” (…) “ahora estoy mucho más tranquila”
F: “Ahora que haz comprendido la importancia de respetar tu ritmo, tu andar, tu cuerpo se tranquiliza, parece que sabe que ya lo escuchaste… tú rompecabezas por fin se completó”
P: “Si, que alivio… es una calma que se expande”

Teniendo en cuenta tal definición y alcances de la T.A., resulta necesario explicitar algunos aspectos que, de acuerdo a lo señalado por Rogers y algunas vivencias y reflexiones teóricas y prácticas de quien suscribe, dejan entrever la posibilidad de ampliar un poco más la naturaleza de la persona y, por consiguiente, el modo de funcionamiento de la experiencia, reforzando el mensaje implícito que significa (de dar significado) a la sabiduría corporal
[4] que lleva consigo la consideración de la T.A. como parte fundamental del desarrollo humano y motor principal en cualquier cambio psicoterapéutico. Gendlin (1999) indica: “Nuestro cuerpo es un sistema complejo para sostener la vida. Tenemos el poder de cambiarnos a nosotros mismos y de hecho, sentir el cambio acontecido en nuestro interior. Una vez que a nuestro cuerpo le permitamos ser él, sin presiones, tendrá la sabiduría para resolver nuestros problemas[5]

En este sentido, la conexión existente entre el cuerpo (la sensación sentida) y la tendencia del organismo hacia el desarrollo de sus potencialidades (T.A.), constituirá un principio orientador para el logro del funcionamiento óptimo de la personalidad
[6].

Tal cual señala Edgardo Riveros (2005
[7]):

“La sensación sentida es la certeza de lo que nos quiere decir nuestro ser, la fe absoluta que nos conecta con nuestra existencia viva, es la llama ferviente de nuestras convicciones, la luz que nos hace ver zonas desconocidas para nosotros mismos”.

Y agrega:

“La sensación sentida es el deseo más auténtico que nos lleva en forma rotunda y convincente a declarar un SÍ o un NO, cerrando o abriendo mundos para lo que vendrá”.


II. El Carácter Protector de la Tendencia Actualizante.

Uno de los principales aspectos de la T.A. lo constituye su permanente dirección hacia la “adaptación y conservación” del organismo, entendido a éste como una unidad psicofísica. Es decir, desde nuestra estructura y organización biológica, hasta nuestro devenir interaccional sujeto-contexto, existiría un proceso de fondo que estaría siempre orientado a la protección y subsistencia de nuestro Ser; por consiguiente, es razonable suponer que cualquier comportamiento (desde el mundo microscópico y celular, al mundo relacional) tendrá incorporado, de manera implícita y compleja, una tendencia actualizante. En este sentido, la consideración patológica (“Pasión o anormalidad dañosa
[8] que altera más o menos gravemente nuestra salud”) atribuida en ciertos momentos de la vida a nuestra existencia (cuerpo-mente) e incluido, utilizada como una explicación recurrente a nuestro comportamiento en la mayoría de las Teorías de la Psicología positivista-racionalista-lógica, pierde sentido desde la psicoterapia humanista experiencial y distorsiona la valoración positiva respecto de una génesis de la persona que abre las puertas hacia el cambio, la re-valorización personal y la inmensamente ansiada capacidad de “sentirse distinto(a)”, de “sentirse tranquilo(a)” o “por buen camino” a pesar de tener problemas en nuestro devenir existencial, desde lo concreto a lo filosófico.

Desde la Psicoterapia de lo Humano, una propuesta alternativa para entender el sentido de la patología es concebirla como un proceso organísmico (psicofísico) que se acciona producto de una particular relación con condiciones estresantes o angustiantes (valoradas como tales desde la conciencia emocional) y que se constituye para la persona en la única salida viable que en ese momento de su vivaque le permitiría sobrellevar una interacción sujeto-contexto (evento, circunstancia o situación) apremiante o tensionante, la que, de haber sido experienciada de otro modo, hubiese significado el derrumbe del bienestar personal o la eliminación existencial, entendiéndose ésta como la total desconexión de los afectos y, por consiguiente, la incapacidad de crear contextos con significados
[9] O sea, nuestro comportamiento como totalidad se manifiesta en directa relación a un proceso adaptativo (siendo el símil, la tendencia actualizante de la noción de Yo, en Rogers) que vela por el mantenimiento de la integridad del Ser, aunque ello involucre estados de tensión o de ansiedad manifiesta para nuestro cuerpo, producto de la interacción con el contexto o consigo mismo. En este sentido, el carácter bondadoso o dañino, funcional o disfuncional, o cualquier distinción conceptual que podamos hacer respecto de un “desacuerdo Interno”[10] o un “Todo Congelado”[11] son parte de un mismo proceso experiencial, tal cual señala Robles (2006):

“...no es una entidad, ni un proceso que está separado de lo que está en movimiento, sino sólo la referencia a una experiencia que describimos como un-vivir-que-potencialmente-puede-ir-más-allá, algo que demanda ser de una forma mejor (quizás a través de la ansiedad o la angustia corporalmente sentida)”.

En este sentido, aquellas vivencias que podrían “sentirse mejoradas o re-valorizadas” funcionan implícitamente en mi presente, por tanto, son parte integral del Experiencing
[12] concretamente sentido. Así como existe la inmediatez, la actualidad y la riqueza del detalle fresco, como modos de funcionamiento de nuestra experiencia, los Todos Cristalizados constituyen también una forma de funcionamiento estructurada del Experiencing, que emerge como tal producto de una interacción sujeto-contexto particular y única. Tal cual indica Gendlin (1963):

“Ya que la estructura rígida y cristalizada del Experiencing no funciona interactuando con los detalles presentes, tal estructura no se modifica con el presente. Así, si ella permanece igual, entonces se repite en muchas situaciones sin el menor cambio. En la medida en que el modo del Experiencing mantiene su estructura rígida, las estructuras en sí mismas no se modifican por los sucesos del presente”.

Una implicancia de aceptar los supuestos anteriores, es dejar de atribuir el carácter “dañoso” o “enfermizo” a los tradicionales síntomas o signos descritos desde los modelos de la psicología clásica; pero además, reflexionar en torno al sentido que adquieren los modos de funcionamiento del Experiencing, particularmente los relacionados con los Todos Cristalizados, o aquellas áreas de la Experiencia que están congeladas o detenidas, descritas por Gendlin en su Teoría del Cambio de Personalidad.


III. Los Todos Cristalizados - Congelados: Salud en Potencia.

Gendlin señala (en Riveros, Edgardo; 2000) que el Experiencing puede estructurarse rígidamente por la particular interacción del sujeto-contexto, perdiendo el carácter implícito en su funcionamiento. Indica:

“no es sentido por mí con sus miles de aspectos implícitos funcionando de tal modo que yo llegue a algunos significados frescos. En lugar de esto mi experiencia es un todo congelado y no cederá en su estructura”.

Así cada vez que requiera realizar una referencia directa al proceso de sentimiento interno, emergerá como respuesta sólo algunos aspectos que se organizan en una estructura cristalizada, sin posibilidad que ocurra la riqueza del detalle fresco. Entonces, un patrón de sentimiento estructurado esta constituido de algunas pocas emociones y escasas significaciones de éstas, traduciéndose de manera concreta en una “ausencia de sensación sentida”
[13] o sea, en la incapacidad de la persona de poder obtener un referente directo vinculado a “esa” particular interacción sujeto-contexto. Podría entenderse como la detención de parte proceso de completación (Carrying Forward[14]) pues algunos (o la mayoría) de aspectos del Experiencing se encuentran congelados.

Ahora bien, si acogemos esta consideración y sumamos el carácter protector de la tendencia actualizante resulta al menos razonable explorar el mecanismo que subyace al congelamiento de ciertos aspectos del Experiencing, pues esta detención, a juicio de quien suscribe, tendría un proceso implícito dirigido hacia la adaptación y conservación del organismo, es decir, habría emergido de manera imperativa frente a una interacción sujeto-contexto que pondría en riesgo la estabilidad de la persona, pudiendo hacerla propensa al derrumbe emocional o la eliminación existencial (conceptos descritos con antelación). Así como congelamos algo para proteger su estado de conservación, el proceso de emergencia de los Todos Cristalizados, permitiría la sobrevivencia del organismo bajo condiciones altamente estresantes (valoradas como tales en la interacción), por tanto presentaría cierta funcionalidad para la persona; es decir, el carácter pre-servativo de la tendencia actualizante incluiría, además de la potenciación de los propios recursos, algunos aspectos del proceso de sentimiento en marcha que podrían mejorarse o vivir más completamente, a través de particulares interacciones relacionales, formando parte integral del Experiencing, del Todo vivencial del sujeto en ese momento interactivo y no constituyendo unidades aisladas de lo que funciona, pues de esa manera estaríamos asumiendo que el proceso de experienciar estaría compuesto de “contenidos”
[15]: lo que funciona y lo que no, entendiendo estos aspectos como partes separadas del Experiencing, por tanto divisibles al momento del Focusing. Entonces, cuando Gendlin señala la importancia de centrar la compañía hacia el Focalizador en los aspectos del Experiencing que están en movimiento, no intenta transmitir que existen otras áreas separadas de este proceso, que no cuentan con alguna manifestación corporal; si no más bien, indica que el proceso de interacción permanente entre la sensación sentida y los símbolos, se ha visto transformado de tal manera, que lo que esta allí no logra entregar a la persona un significado pleno respecto de la relación consigo mismo o los demás, presentando un funcionamiento implícito disminuido. La consideración de que la experiencia funciona como una totalidad y no como una estructura compuesta de contenidos, posee un importante impacto al momento de llevar a cabo un Focusing, pues promueve la Aceptación Positiva e Incondicional[16] (más adelante A.P.I.), y, más aún, favorece la emergencia de la sabiduría corporal, permitiendo completar y llevar adelante el proceso experiencial. Revisemos un ejemplo al respecto (donde P: persona[17] y F: Focuser):

P: “Logro entender esto que me ocurre, desde el pensamiento y las emociones, pero aún necesito respuestas a mis preguntas”
F: “A pesar de comprender lo que te pasa, aún existen preguntas sin contestar”
P: “Sí, necesito que el Otro me conteste, pero a la vez sé que no lo hará… es como quedarme sin respuesta”
F: “Es como quedarse con algo abierto, inconcluso, sin respuestas”
P: “No puedo cerrar esto si no encuentro las respuestas que busco, se supone que tengo claras las cosas, pero como que todavía estoy en desacuerdo”
F: “Quizás tu cuerpo este manifestando una sensación de desacuerdo”
P: “Si, veo como una imagen… es como cuando los animalitos del bosque saben que va a pasar algo, pero aun no pasa, es extraño””
F: “Hay algo extraño en todo esto, hay algo ahí, no lo ves, pero sabes que esta”
P: “Sí, pero no está, no siento nada en el cuerpo”
F: “O sea, intuyes que hay algo ahí, pero te encuentras con un vacío*”

_______________
*El Focuser utiliza la palabra “vacío” en un intento de recoger una sensación que ha visto disminuida su función implícita.
P: “¿Dijiste vacío?… (*) si eso me suena, algo me pasa con eso que dijiste, es raro, es como despacito pero se siente”
_______________
*La persona se toma algún tiempo en silencio.
F: “Parece que cuando atendemos este vacío que está allí, algo comienza a moverse muy de a poco”
P: “Sí, pero ahora lo siento, es algo diferente de lo que había, como que es más fuerte”
F: “Entonces podríamos acompañar esa sensación más fuerte, sólo con la intención de hacerle compañía y veamos que pasa”
_______________
*La persona se toma unos minutos con esa sensación emergente y llorando advierte:
P: “¿Sabes?, se me viene una imagen, siento que esta sensación es como tomar jarabe para la tos, es amargo y no gusta, pero sana”
F: “Esta sensación que nació en tu interior, a pesar de ser amarga, es necesario tomársela para sanar, finalmente te hace bien”
P: “Además, nadie se lo puede tomar por mí, o sea, las respuestas que me faltan están aquí mismo, dentro mío”
F: “¡¡Y descubres que las respuestas están en ti!! y no en el Otro, que lo que buscas está en tu interior”
P: “Así es y parece que se relacionan con estar sola y vivir esta tristeza”
F: “Y ya está todo más claro, y se relaciona con vivir tu soledad y tu tristeza, con conectarse con tus sentimientos de hoy”
P: “Si, eso es, lo siento muy claramente”


En este pequeño extracto de una sesión de Focusing, es posible concretar el hecho de que el Experiencing funciona como un todo, estimando todo lo que emerge como parte constitutiva de este proceso, por tanto, atendible y Focalizable, sin desestimar inmediatamente un aspecto vivencial disminuido, como algo que no funciona o que esta separado del proceso de interacción entre sensación sentida y símbolos; pues, en este caso, la atención de este aspecto del Experiencing permitió su potenciación y clarificación siguiendo el mismo proceso de Focusing.

Para reforzar lo anteriormente expuesto, nos referiremos a una situación citada en Robles (2005), que describe desde una perspectiva distinta de quien suscribe, la importancia de prestar atención detenida a aquellos del Experiencing que presentan un funcionamiento implícito disminuido:

“… En una ocasión una joven me comentaba que sentía que todas sus dificultades no tenían ningún tipo de solución y al hacer Focusing se veía encerrada en una habitación oscura, sin puertas ni ventanas y que tenía un vacío negro al centro (su situación “aparentemente” no tenía salida). Después de acompañar por un momento esta imagen, le sugerí que se acercara al vacío para ver si esa era la salida, pero ella tenía miedo de hacerlo. En algún momento sintió que estaba con la cabeza dentro del vacío pero no se atrevía a ir más allá, entonces le sugerí notar si ahí adentro había algo bueno o positivo que la hiciera sentir más tranquila, ella dijo: “¡Hay muchas estrellas!”. Luego le consulté: “¿Puedes caminar por ese vacío guiándote por las estrellas?”, y allí la situación cambió sustancialmente; el vacío terminó siendo una especie de túnel hacia otro escenario, un lugar amplio y tranquilo, un paisaje nocturno en cuyo horizonte se vislumbraba la Luz del nuevo amanecer
[18]…”

Al respecto, el mismo autor indica:

“Cuando interactúo con cualquier persona supongo que ahí dentro hay un ser humano mucho más sensible o un alma emergente que puede traer consigo muchas experiencias valiosas o incluso un despertar espiritual, por eso cuando el cliente da claras señales de está AVANZANDO (con letra mayúscula) y yo siento que algo aún más positivo está en camino, me refiero a lo que creo que esa persona pudiera estar gestando en el fondo de su ser…”

Es así como queda de manifiesto que las experiencias detenidas, poseen un potencial para ser experienciadas de manera más fluida y con la plenitud necesaria para fortalecer su significado sentido y lograr un tipo diferente de interacción entre la persona y su contexto; o sea, frente a una sensación sentida disminuida o paralizada, sería recomendable tener Fe y confiar en que algo mucho mejor podría ocurrir de darse una particular forma de interacción, teniendo como horizonte la A.P.I. y, lo que Ann Weiser (2001) denominó “La Aceptación Radical de Todo”
[19].


IV. El Funcionamiento Implícito Disminuido: Una alternativa respecto de lo que “No Funciona”.

Gendlin postula que el Experiencing puede considerarse como un Modelo Conceptual de Interacción Procesal, o sea, una interacción permanente entre sentimientos y sucesos (considerándose estos últimos como cualquier cosa o persona que interactúe con los sentimientos). O sea, “si existe interacción habrá un proceso de interacción en marcha. No obstante sin la respuesta no habrá proceso en lo absoluto” (Gendlin, Eugene; 1963 en Riveros, Edgardo; 2000) En este sentido, y permitiendo cierta laxitud en lo conceptual y teorético, el mecanismo de génesis del congelamiento de aspectos del Experiencing obedecería a circunstancias bajo las cuales la interacción
[20] sujeto-contexto, es significada tal en ese momento (y no en otro) que su función implícita se ve disminuida, percibiéndose como un aspecto del proceso experiencial que podría funcionar más plenamente, que podría tener, en el lenguaje, características de algo “detenido” o “congelado”, pero que, experiencialmente hablando, presentaría un modo de funcionar alicaído; constituyendo “algo” que podría sentirse de manera más completa, más integrado al Ser-sintiente, siempre y cuando el proceso de interacción con el Focuser (o con alguna persona que pueda generar: aceptación positiva e incondicional, empatía y autenticidad) y consigo mismo (auto-respuestas) así lo permita.

Entonces, la interacción para producir este mecanismo de adaptación psicológica, sigue estando presente, es decir, en ningún momento del proceso (inclusive durante el congelamiento) se ha carecido de respuestas del contexto o de auto-respuestas. Por consiguiente resulta razonable, al menos, para quien suscribe, que la Cristalización o el Congelamiento de los Todos, emerge siguiendo un curso similar (orientado hacia la conservación de la persona) al Proceso de interacción que lleva adelante el Experiencing, aunque ello implique reemplazar el funcionamiento óptimo, por un modo de experienciar caracterizado por una disminución de la función implícita, tendiendo a la rigidización como modo de experienciar, manifestándose modos de funcionamiento que podrían potenciarse o mejorar en una interacción que tuviesen como pautas de relación la A.P.I. Es así como la detención de parte del Experiencing incluye, necesariamente, un particular proceso de interacción sujeto-contexto, el cual puede ser potenciado, mejorado, re-forzado, re-energizado a través del Focusing hacia el funcionamiento óptimo. Es decir, el funcionamiento implícito de lo Congelado resulta en una sensación que merece ser escuchada a través de la empatía y no desestimada por, aparentemente “no funcionar”. En este sentido Ann Weiser (2001) señala que:

“cuando hacemos Focusing como tradicionalmente se ha enseñado, es como si estuviéramos habitando dos mundos. En uno, tenemos absoluta confianza en el cuerpo y los procesos corporales. En el otro, tratamos ciertas experiencias como aceptables y otras como inaceptables, necesitando ponerlas a parte o excluirlas en función de la continuación del proceso”.

Agrega tres declaraciones fundamentales en torno al Focusing:

1. Focusing es estar cierto tiempo con algo que aún no es claro, algo que tiene mucho más de lo que se pueda colocar en palabras en un principio (un funcionamiento implícito pre-conceptual).
2. Hay un proceso corporal que es más complejo que el cuerpo físico que se ha definido tradicionalmente.
3. Ese proceso corporal es profundamente confiable y fidedigno.

Es justamente en esa fuente de sabiduría del organismo donde confluye la constante orientación conservadora de la Tendencia Actualizante y el funcionamiento (aunque disminuido o debilitado) de los Todos Cristalizados, ambos aspectos en un escenario de permanente relación e interacción entre la persona y su contexto, los cuales funcionan más allá de la consideración, inicialmente conceptual y valórica (positiva o negativa), que, desde la interacción psicoterapeuta-cliente, se realice respecto a la funcionalidad o disfuncionalidad de aquellos aspectos del Experiencing que emerjan en ésta particular relación interpersonal. Es por ello, sería necesario quizás devolver a las sensaciones, congeladas o no, su verdadera sapiencia, reconociendo que están allí por una muy buena razón, y que su ausencia declararía por cierto el quiebre del equilibrio afectivo, por tanto, la pérdida del funcionamiento del Ser.

En muchas oportunidades se es testigo y partícipe de la maravillosa experiencia re-valorizadora que tiene el Focusing en las personas, esa apertura corporal y concreta que logra significar nuestra experiencia y hace emerger nuevas formas de sentir, nuevas sorpresas (descubrimientos, hallazgos) en torno a lo que Uno creía (sentía) de Uno Mismo. Sin embargo, al realizar una lectura más vivencial, es posible comprender un nuevo modo de experienciar, mucho más complejo y de naturaleza pre-conceptual, pues su entendimiento implica sumergirse en lo implícito y atribuir una “presencia” (de estar consigo mismo) que se despliega mucho más allá de nuestra gnosis y de los patrones externos, incluso expandiendo nuestra corporalidad (y por consiguiente su sabiduría) más allá de nuestro cuerpo; asumir, entonces, que los procesos organísmicos de permanente (incesante) interacción, declinarán hacia un modo de funcionamiento atingente a la relación actual (presente) sujeto-contexto, donde la sensación sentida tendrá un tipo de significado que variará entre el detalle fresco y la cristalización o congelamiento, ambos modos de funcionamiento de un Experiencing total (partes constitutivas de un mismo proceso).


V. La Autopropulsión y el Poder de la Tendencia Actualizante: La FE en el Proceso.

En la actualidad se considera que la experiencia o los procesos de sentimiento, sobrepasan la dimensión lógica y el sentido de la percepción, debiendo incluirse necesariamente una poderosa dimensión sentida
[21] de la experiencia, que es pre-lógica y que influye de manera importante sobre lo que pensamos, percibimos y como nos comportamos. Tal cual Carlos Alemany (1997) cita al Maestro Eugene Gendlin:

“El experienciar sentido del momento interacciona con cosas y acontecimientos, y te permite responder adecuadamente. Muy a menudo tu respuesta surge del experienciar sentido interiormente sin estar acompañado de una simbolización verbal”;

Agrega:

“Si realmente, como es el caso, estamos siempre tratando con el proceso de experienciar siempre que sentimos algo, siempre que significamos algo, siempre que vivimos en una situación, siempre que pensamos, entonces el experienciar es obviamente tan ubicuo y tan básico, que lo debemos tomar como un verdadero fenómeno fundamental”.

De acuerdo al planteamiento anterior, el Experiencing se constituye en un proceso esencial y cardinal para el funcionamiento del organismo, llevando una constante y permanente interacción con el sí mismo y el medio, generando contextos de significado. Ello hace suponer que la cristalización de algunos aspectos del experienciar, ocurriría a partir de un evento interactivo sujeto-contexto que, vivencialmente, activa mecanismos de adaptación y conservación del equilibrio corporal (psico-emocional), de modo tal que resulta un modo de funcionamiento implícito que se caracteriza estructuralmente por la rigidez y el congelamiento, lo que no quiere decir, necesariamente, que no exista un modo particular y único en que las sensaciones estén funcionando. Esta consideración nos permite comprender que la detención de áreas de la experiencia fueron antecedidas por procesos de interacción entre sensaciones sentidas y símbolos, cuya valoración de constante certeza (por su orientación con-servativa) estaría dada por el proceso fundamental que subyace al funcionamiento de la persona, en un cuadro de recurrente interacción y relación existencial. Por tanto, ese núcleo disminuido (funcionando congelado) queda a la espera de una nueva interacción que pudiera activar un modo de funcionamiento implícito diferente. De esta manera, más allá de la correcta comprensión conceptual – simbólica de nuestra experiencia y de la capacidad individual de crear significado sentido (incluso del mismo acto de entender lo que se está expresando en este artículo), existe un proceso de fondo (profundo en su génesis y de carácter colectivo en su poder curativo) que orienta el modo de funcionamiento de nuestra experiencia de acuerdo a la interacción Inter e Intrapersonal que emerja en la relación Persona – Mundo.

Ahora bien, existe una forma más experiencial de percibir concretamente esta propuesta sobre una nueva consideración de funcionamiento implícito en la persona y que, en un particular, afectivo e inolvidable espacio de relación se conceptualizó como LA FE EN EL PROCESO (Certificación Focusing Trainers, Arica – Iquique, 2006). Este constructo altamente esperanzador en los procesos de Focusing, ha recorrido varias consideraciones, las cuales transitaban entre “una postura de extrema paciencia, tranquilidad y silencio de parte del Focuser, confiando en la emergencia de un símbolo certero de parte del Focalizador, encontrándose el primero totalmente convencido desde lo experiencial, que el segundo llevaría adelante el proceso”
[22] y “Una actitud propia del Focuser, el cual facilita una exploración efectiva a través de una disposición y presencia corporal tal, que ofrece espacios de significado para el Focalizador[23]”. El proceso de experienciar fundamental y básico, hacia prever la ocurrencia de un particular evento que trascendía cualquier simbolización de parte del Focalizador y el Facilitador, una interacción que se mantenía en lo pre-conceptual y que sólo se develaba cuando el Experiencing ponía en marcha un nuevo modo de funcionamiento; permitiendo, con posterioridad y desde la cognición, poder conceptualizarlo y entenderlo como una ocurrencia con sentido. O sea, casi de manera espontánea (sin un manejo conceptual o cognitivo de parte de quien experiencia, o de quien acompaña dicho vivenciar) emerge durante el Focusing (o sea, en esta particular relación interpersonal) una orientación corporal que guía el proceso de significado sentido (o re-significado) de acuerdo a la relación entre la persona y el contexto. En palabras más sencillas, y experienciales por tanto, en muchas oportunidades durante el entrenamiento de Focusing Trainer y en la experiencia Clínica, han ocurrido “sanaciones” a partir del cuerpo sin tener una idea clara y con sentido (al menos para nuestra estructura perceptual) respecto de cómo ocurrió; incluso, cuando el Focalizador llega a un aspecto congelado de su experiencia, logra, sin necesidad de desestimarlo inicialmente como algo carente de proceso, un sin-igual modo de comunicación, descifrando el lenguaje implícito que en esa cristalización reside y, por consiguiente, sustituyendo el modo de experienciar por otro, más con-servativo para esa persona y su relación con el contexto. Es en esa sabiduría organísmica que reside el poder de la psicoterapia, potenciándose a través de la relación con el otro, estimando como fundamentales para cualquier proceso, todos aquellos aspectos de nuestra experiencia, inclusive los todos cristalizados que presentarían también un disminuido modo de funcionamiento implícito.


VI. Breves Reflexiones:

Lo que se ha intentado transmitir a partir del presente artículo, constituye una forma más de comprender nuestra naturaleza óntica y los modos en que el funcionamiento del Experiencing se adapta, muy efectivamente, al devenir interactivo y experiencial de la persona y su contexto. Un intento por destacar el inmenso poder auto-curativo que radica en los procesos corporales, sin dejar de ver y valorar el vital espacio de aceptación positiva e incondicional que se genera en los procesos de la Psicoterapia Humanista Experiencial y, particularmente, en la Focalización (Focusing), destacando lo que Rogers y Gendlin indicaban como requisitos necesarios y suficientes para cualquier cambio personal:

a) Un proceso afectivo en marcha; y
b) Una relación interpersonal basada en la empatía, la autenticidad y la aceptación positiva incondicional.

El desafío radica en la posibilidad de ampliar nuestra comprensión más allá de los patrones lógicos, inclusive un poco más allá de nuestra corporalidad concreta, entendiendo que nuestro cuerpo no es sólo la estructura física que dibuja el límite con el ambiente, sino una proyección relacional y afectiva en la interacción incesante consigo mismo y los demás (ser-en-el- Mundo). Rescatar el léxico con el mundo de lo implícito enajenado en una sociedad tecnologizada y, principalmente, des-humanizada.

“El Focusing es una actitud hoy en día que no es ajena a nuestra realidad ni tampoco es una moda norteamericana que compramos con ingenuidad, el Focusing traduce un sentimiento implícito de esperanza para una Psicología que esté inserta en el corazón y más cerca del sentir de la persona humana (…)” (Riveros, Edgardo; 2005).

Dar la relevancia al cuerpo y a las sensaciones sentidas insertas en el cambio psicoterapéutico, los cuales a través de la tendencia actualizante van construyendo un proceso auto-propulsado de incontenible poder reparador y re-valorizador, rescatando a la persona del cliente, humanizando su propia existencia y su relación con el contexto, devolviéndole la capacidad de “sentir que existe” más que saber serlo.

Recordar, como psicoterapeutas Humanistas Experienciales, empaparnos de la convicción, desde nuestra propia sensación sentida, que cada Ser Humano es capaz de dar curso a sus propias acciones sanadoras, que cada persona puede lograr descifrar el complejo e implícito mensaje inmediato del cuerpo y entrenarse en el aprendizaje de su propio lenguaje; hablar desde lo implícito significa hablar desde nuestro proceso fundamental, desde lo primario, desde el cuerpo concreto.


NOTAS AL PIE DE PÁGINA.

[1] Concepto central definido por Carl Rogers en su obra “Psicoterapia y Relaciones Humanas” (1967), capítulo II: La Noción Clave.

[2] Se entiende por Focusing o “focalizar ininterrumpido” como todo el proceso que sobreviene cuando el individuo se dirige al referente directo del experienciar. Hace alusión a la completación de la Sensación Sentida a través de la interacción con los símbolos que se construyen entre el psicoterapeuta y el focalizador. Para precisar más aspectos de este concepto y conocer los pasos del Focusing, consultar la obra de Edgardo Riveros (2000) “El Nuevo Paradigma del Experiencing” (páginas 17 a la 31), la cual incluye además la traducción de la “Teoría del Cambio de Personalidad” creada por Eugene Gendlin (1963), donde se refiere Focusing en páginas 89 a 114. Otra Autora, Ann Weiser Cornell (1999), señala que el Focusing es un proceso de toma de conciencia y sanación emocional, orientado hacia el cuerpo.
[3] Es importante mencionar que el ejemplo citado tiene la debida autorización de la Persona involucrada, la cual ha preferido no entregar su nombre.

[4] Ann Weiser (1999) señala: “Nuestro cuerpo contiene un conocimiento acerca de cómo vivimos nuestras vidas, lo que necesitamos más para ser nosotros mismos, nuestros valores y creencias, lo que nos hace daño emocionalmente y cómo sanarlo. Nuestro cuerpo sabe cuales son las personas que nos rodean que hacen surgir lo mejor de nosotros y cuales nos merman y nos rebajan. Nuestro cuerpo sabe cual es el siguiente paso que nos conducirá hacia una vida más satisfactoria y valiosa”. Extraído del Poder del Focusing, capítulo I.

[5] Extraído de la Obra de Eugene Gendlin: “Focusing y Psicoterapia. Manual del Método Experiencial”.

[6] El funcionamiento óptimo de personalidad es un constructo utilizado por Carl Rogers (1967) para describir el modo de funcionamiento de una Persona que hubiese pasado por una experiencia óptima de psicoterapia, el cual se caracterizaría por una actitud abierta a la experiencia, un funcionamiento existencial fresco y nuevo, estando su conducta siempre en armonía con su organización interna inmediata. Ver “Psicoterapia y Relaciones Humanas” Tomo I, capítulo XIII.

[7] Esta aproximación de Edgardo Riveros al concepto de Sensación Sentida, ha sido tratada en su obra “Focusing Experiencial y Existencial” páginas 19 y 20.

[8] La palabra “dañosa” esta con negrilla en un intento del autor por destacar el carácter negativo que connota el significado de la Psicopatología en las Teorías Psicológicas que derivan del Paradigma Positivista Lógico. Esta definición pertenece al Diccionario de la Lengua Española, Edición 2001.

[9] La letra tipo Cursiva es utilizada para destacar la nueva consideración de la palabra “Psicopatología” realizada por el Autor, por tanto constituye su definición conceptual.

[10] De acuerdo a lo planteado por Rogers & Kinget (1967) el desacuerdo interno es un estado de tensión y confusión generado por una falta de concordancia entre el Yo (la autoimagen, o la imagen real de sí mismo) y la experiencia (real y concretamente vivida). Esto lleva a la persona a no poder comprenderse a sí mismo, pues comprueba, por una parte, que hace las cosas que no querría hacer y, por otra, deja de hacer las cosas que querría hacer.

[11] Gendlin (1963, en Riveros, 2000) sostiene que los Todos Cristalizados constituyen aspectos del Experiencing que se encuentran cristalizados y estructurados rígidamente en su modo de funcionamiento.

[12] Eugene Gendlin (1963) señala que podemos entender por Experiencing “un proceso sentido. Queremos decir sentido interiormente, sucesos sentidos corporalmente, sostenemos que la sustancia concreta de la personalidad o de un evento psicológico es este Experiencing, este fluir del sentir corporal o del sentimiento corporal”.

[13] La letra con negrilla y las comillas, se utilizan como un intento del Autor por destacar una aproximación más experiencial al concepto del todo cristalizado o congelado.

[14] El “Carrying Forward” constituye la “autopropulsión”, es decir, la interacción óptima entre la sensación sentida y los símbolos, la terminación simbólica o el llevar adelante, es un proceso que se siente en el cuerpo y es autogenerado. Nota del Autor.

[15] Se utiliza la palabra entre comillas, con la finalidad de hacer alusión al problema del Paradigma del Contenido, utilizado por Gendlin en su Teoría del Cambio de personalidad y que se relaciona con la consideración de que nuestra personalidad estaría constituida sólo de contenidos que definen su naturaleza (lo que somos), no pudiendo explicar el cambio en los mismos, si específicamente está compuesta de estos y nada más.

[16] Mary Hendricks, en su artículo “Una Teoría sobre la Aceptación Positiva e Incondicional en Psicoterapia” nos entrega una simple aproximación al concepto señalando que significa tener sentimientos de calidez y aprecio hacia la persona del cliente, valorando siempre sus experiencias o sus conductas, pase lo que pase. Carl Rogers & Marian Kinget (1967) indican que la A.P.I. se da si todo lo que el cliente expresa a propósito de sí mismo, me parece igualmente de respeto o de aceptación.

[17] Mencionar que el ejemplo citado tiene la debida autorización de la Persona involucrada, la cual ha preferido no entregar su nombre.

[18] La letra con negrilla fue incorporada para destacar la valoración que realiza el psicoterapeuta hacia una interacción aparentemente disminuida o congelada, y el impacto re-valorizador que emerge una vez atendida y considerada cómo potencialmente mejorable.

[19] “La Aceptación Radical de Todo”, implica aproximarse al Focusing a través de una nueva comprensión que destaca la confianza y la sabiduría del cuerpo y los procesos corporales, la capacidad del organismo de manifestarse de acuerdo a sus propias necesidades, otorgándole a la sensación sentida un sentido profundamente confiable y fidedigno. Nota del Autor.

[20] Se utiliza negrilla para resaltar la importancia de la interacción en cualquier relación consigo mismo y/o los demás.

[21] Se utiliza negrilla en un intento por destacar la importancia de la dimensión sentida en la existencia del ser humano.

[22] Esta aproximación a la Fe en el Proceso constituye un aporte del Autor.

[23] Idem anterior.



BIBLIOGRAFÍA.


1. Alemany, Carlos (1997): “Psicoterapia Experiencial y Focusing: La Aportación de Eugene T. Gendlin”, Editorial Desclée de Brouwer, S.A., Bilbao, España.

2. Gendlin, Eugene (Edición: 1982): “Focusing: Proceso y Técnica del Enfoque Corporal”, Editorial Mensajero, Bilbao, España.

3. Gendlin, Eugene (Edición: 1999): “El Focusing en Psicoterapia”, Editorial Paidós Ibérica, S.A., Barcelona, España.

4. Hendricks, Mary (sin información sobre el año): “Una Teoría sobre la Aceptación Positiva e Incondicional en Psicoterapia”, artículo traducido por José Antonio Briones y Edgardo Riveros Aedo.

5. Riveros, Edgardo (2000): “El Nuevo Paradigma del Experiencing”, Editorial LOM, Santiago de Chile.

6. Riveros, Edgardo (2005): “Focusing Experiencial y Existencial”, Editorial LOM, Santiago de Chile.

7. Rogers, Carl & Kinget, Marian (1967): “Psicoterapia y Relaciones Humanas”, Editorial Alfaguara, Madrid – Barcelona, España.

8. Robles, Luis (2005): Artículo “Relación, Focusing y Revalorización Personal: En busca de los tesoros que yacen en lo implícito”, disponible en
http://www.focusingexperiencial.blogspot.com/

9. Robles, Luis (2006) Comunicación personal vía e-mail.

10. Weiser, Ann (1999): “El Poder del Focusing”; Editorial Obelisco, Barcelona, España.

11. Weiser, Ann (2001): Artículo “La Aceptación Radical de Todo”, Editado en The Focusing Connection.


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